viernes, 22 de febrero de 2013

La "Teoría de la Conspiración"


La acumulación de riqueza (la concentración de cada vez mayor proporción de la riqueza mundial, en cada vez menos manos, que hemos ido viendo desde hace tiempo, reflejado en las páginas de los diarios y revistas económicos, sin que, en general produjera ninguna "alarma") precisa de acumulación de poder y, en una economía globalizada, de un poder global. Todo ello es intrínseco al sistema, y no hace falta recurrir a  ninguna "teoría (mágico/esotérica) de la CONSPIRACIÓN" para explicarlo.

Si existen las conspiraciones (con minúsculas): cada grupo financiero, no necesariamente vinculado, ya, a países, "conspira" por hacerse con un mayor trozo del pastel, "conspira" para hacerse con TODAS las riquezas de las naciones, y "conspira" contra los demás grupos para hacerse con "su" parte. Y dentro de cada grupo, cada individuo "conspira" (por decirlo así) contra los demás.

Lo característico de esta "crisis" es que, basicamente, pone fin a la "sociedad de consumo" como elemento fundamental de acumulación de capital; en consecuencia, los "ciudadanos", de cualquier parte del mundo (y especialmente, los del antes llamado "primer mundo") ya no somos importantes como "consumidores" y por tanto, es un "lujo" "cuidarnos" con "sociedades del bienestar", ya no tiene sentido el "colchón" de las "clases medias" (o "medias altas"), y las riquezas que poseen son ya, también, "expropiables", y, como colofón, buena parte de los seres humanos somos "prescindibles", incluso una "carga" a elinimar, empezando por los ancianos ("la gente vive demasiado" han declarado varios voceros del sistema), los dependientes (enfermos crónicos, discapacitados,...) y continuando con parte de la población, en la misma medida que ya era "prescindible" buena parte de la población del "tercer mundo" a la que no se ha dudado en asesinar por hambre, por falta de medicinas o por guerras "intestinas" que, en realidad, responden a las disputas entre los diferentes grupos financieros (incluídas la supuestas "guerras religiosas" ¿no están, acaso, los magnates saudíes, entre otros, detras de la extensión del "integrismo islámico" en general, y del su vertiente terrorista en particular? y ¿no forman parte estos magnates de las cúpula financieras mundiales?).

"Otro mundo" no sólo es posible: es inevitable. Lo que está en cuestión es si ese otro mundo es aquel al que nos lleva la deriva de la especulación financiera, un mundo de esclavitud y de miseria física, intelectual y moral, que, probablemente, sería, al menos por muchos años, irreversible; o reaccionará, a tiempo, al menos una parte suficiente de la humanidad, y cree alternativas sociales, económicas y políticas, que vayan creciendo hasta imponerse como "Otro Mundo" (otra civilización, otro modelo de sociedad).

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